martes, 12 de agosto de 2008

Osetia del Sur, Georgia, Rusia: Cuestión de Fronteras

Recuerdo que Heriberto Cairo Carou nos decía en la asignatura de Geografía Política que un mapa no representa al mundo, lo construye. Viendo el actual conflicto entre Georgia y Osetia del Sur, con Rusia, la Unión Europea y Estados Unidos, por medio, esta afirmación es significativa. Las actuales fronteras en la región del Cáucaso son un ejemplo de construcción y de una construcción un tanto chapucera. A tenor del actual conflicto podemos apreciar que las fronteras presentes en los mapas no son la representación pura de una realidad sino una construcción y bastante discutible desde los distintos puntos de vista en conflicto. La desintegración de la URSS cuajó en un galimatías en el cual las naciones no se correspondían con Estados, las identidades nacionales no se vieron representadas por el mapa estatal. Todo conflicto se termina por tanto convirtiendo en un conflicto de fronteras. Cada cual las quiere poner a su entender, construyendo así un mapa diferente. La superposición de mapas deseados es el conflicto.

El actual Estado de Georgia toma entre sus fronteras a una región que quiere para sí otro contorno fronterizo: Osetia del Sur. Ésta toma una postura secesionista, a la vez que quiere integrarse en Rusia. La actual composición de Osetia se divide entre un 65% de osetios y un 35% de georgianos. Entre estos la cuestión divergirá, cada cual tendrá sus filias y sus fobias. Aún así el control político en Osetia se encuentra en manos de los propios osetios hecho por el cual se ha producido la toma armada por parte del ejército georgiano. Esto ejemplifica el hecho de que las fronteras estatales no se correspondan con otras fronteras, como las de control político. Al respecto también tiene Rusia su propia concepción de las fronteras que aún coincidiendo físicamente con las deseadas por Osetia del Sur se piensan en términos económicos o de conveniencia estratégica, Rusia tiene interés en construir en Osetia oleoductos y gaseoductos. Por tanto la intervención rusa, que por cierto se hace violando la soberanía de un Estado establecido según unas fronteras, no es tan solidaria como se argumenta. Lo cual se demuestra por el hecho de que para tener la posibilidad de legitimar su intervención armada en el conflicto haya recurrido a la concesión de pasaporte a ciudadanos de Osetia del Sur. Así arguye que interviene en pos de su protección. El Cáucaso es sin lugar a dudas un espacio estratégico importantísimo para Rusia. Como bien apuntaba el pasado sábado Pilar Bonet en El Pais el Cáucaso es para Rusia el equivalente de lo que suponen el Caribe y Centroamérica para EEUU.

La actuación de Rusia se convierte en rechazable y así lo han querido ver EEUU y la Unión Europea los cuales han tomado parte activa en el conflicto. Siendo esta última la que ha propuesto un plan de paz aceptado pero con extensiones por Rusia y aún por aceptar por Georgia. Pero qué pensar de la acción de Georgia. Su actuación mediante las armas resulta reprobable. Esta política de acción violenta es fruto de un efecto de asimilación de los osetios frustrado. No debemos olvidar que en noviembre de 2006 una consulta de Osetia del Sur da la mayoría a los partidarios de la escisión. Vemos la superposición de mapas deseados, Georgia continúa con su delimitación territorial deseada, mientras el pueblo osetio manifiesta un cambio. Se superponen construcción de mapas y uno, el de Georgia, se termina consolidado sobre otro, el de los osetios, con el apoyo de las armas.

El conflicto no parece aún resuelto. Aún queda que Georgía admita el plan propuesto por la Unión Europea, vía Sarkozy. Pero además gracias al añadido de Rusia el conflicto en caso de que lo apruebe Georgia se establecerán discusiones internacionales sobre el status futuro de Abjazia (la otra región “díscola”) y Osetia del Sur. Por tanto el conflicto seguirá abierto, aunque no sabremos si se abrirá en los campos de batalla.

A todo esto no podemos olvidar las víctimas de las fronteras. Este conflicto ha causado muchas muertes así cómo sus efectos están aún por ver. Cuando hablamos de conflictos de fronteras no debemos de olivar que se están moviendo, dejándolos quietos, a personas.

La imagen que se muestra pertenece al bombardeo en Gori, es de Gleb Garanich (Reuters).


2 comentarios:

Anónimo dijo...

al final lo único útil e interesante que has dicho es lo que dijo tu profesor.

Javier Vega Gómez dijo...

Totalmente cierto, lo único que he hecho es aplicar el argumento al conflicto. Pero ¿Crees que es útil para interpretar el conflicto? ¿Se puede utilizar para otros conflictos de índole separatista?